domingo, 20 de febrero de 2022

Artículo sobre el libro en el Cuaderno Digital



Cuando El Cuaderno Digital publicó este artículo, en mayo de 2019, todavía no se había producido el avance de la ultraderecha en España que se está produciendo en alguna de las últimas elecciones, por eso se afirmaba en él:

Se trata de un libro de interés universal, y porque lo es, la editorial Akal acaba de publicar una traducción al castellano que, con el mismo título —¿Cómo conversar con un fascista? Reflexiones sobre el autoritarismo de la vida cotidiana—, importa las lecciones de Tiburi a España, donde la amenaza ultraderechista ha sido felizmente conjurada por el momento, pero no hay garantía alguna de prevención futura contra ella. No sólo en Brasil tienen sentido advertencias como que «la democracia flirtea fácilmente con el autoritarismo cuando no se piensa en lo que ésta es y se actúa por impulso o por ligereza»; como que «la democracia es un régimen político y una práctica de gobierno, pero es también un ritual diario, […] que precisamos practicar en familia y en el trabajo, en casa, en la calle, en el mundo virtual»; como que «no soy una persona democrática cuando voy a las calles a protestar en nombre de mis propios fines privados, de mis intereses personales, cuando protesto en nombre de intereses que no contribuyen en nada a la construcción de la esfera pública»; que nos convertimos no en un ciudadano, sino en un anticiudadano, cuando pervertimos la democracia esgrimiéndola para luchar contra los derechos de los otros.

https://elcuadernodigital.com/2019/05/06/la-leccion-brasilena-como-conversar-con-un-fascista-de-marcia-tiburi/

Ideas que destaca Korapilatzen del libro de Tiburi


 

En el blog Korapilatzen encontramos una selección de ideas destacadas del libro que comentamos en el taller: 

https://korapilatzen.com/2021/04/25/como-conversar-con-un-fascista-ideas-rescatadas-del-texto-de-marcia-tiburi/


Artículo de ElDiario.es

 

Artículo publicado en elDiario.es del que os dejo un fragmento:

Las grietas por donde cuela el fascismo

"El fascismo es incomunicable e incomunicante", define Sabariego. "No se puede hablar con un fascista en los términos en que un fascista establece la comunicación. Habría que sacarlo de su propio estatuto". Y Bolsonaro es un ejemplo. "No acudió a un solo debate electoral y lanza consignas vacías".

Es su campaña. Estar, romper. Provocar grietas por donde colar soflamas, en los sumideros de la democracia. Por eso el libro tiene "un propósito filosófico- político" que busca la complicidad de los lectores. Que la gente vuelva a conectar con "cuestiones de cultura política que se viven día a día, de un modo abierto", y lo hace "sin caer en la jerga académica".

https://www.eldiario.es/andalucia/lacajanegra/libros/hablamos-fascista_1_1648909.html


Twitter de Marcia Tiburi

 

Las opiniones e informaciones de Marcia Tiburi se pueden ver en su cuenta de Twitter.

https://twitter.com/marciatiburi?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor


Biografía y obra de Marcia Tiburi

 


En Wikipedia podemos encontrar información sobre la biografía y la obra de Marcia Tiburi.

https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A1rcia_Tiburi


El Salto, entrevista a Marcia Tiburi

 


Entrevista a Marcia Tiburi de El Salto en la que le preguntan sobre el significado de fascismo. 

https://www.youtube.com/watch?v=TTFOChMGfxsç


viernes, 4 de febrero de 2022

 


Comentamos este mes de febrero la novela de Brenda Navarro, Casas vacías.

“Es una obra extraordinaria, impresionante”, comienza diciendo una de las participantes en el Taller.

Jesús Gómez se encarga de presentarnos la obra comenzando por hablar de la escritora, Navarro nació en 1982 por lo que es una persona joven. Socióloga y economista, ha hecho estudios sobre cuestiones de género, sobre la mujer y sobre ciudadanía. Dirige Hamlet Literario y ha sido también editora. Ésta es su primera novela por la que ha recibido premios importantes.

El libro está escrito a partir del rapto de un niño de 3 años, es un monólogo de dos protagonistas que se van alternando en los sucesivos capítulos. Tiene tres partes, pero dobles (seis capítulos) en las que va distribuyendo el contenido: primero el hecho en sí, segundo el contexto social en el que viven las mujeres y tercero las consecuencias.

Los aspectos interesantes sobre los que hay que se propone hablar son: el título, el hecho de que está contada en primera persona, los personajes, el entorno social, la violencia contra las mujeres, los desaparecidos, el tiempo…

El título no es casual, desde nuestro punto de vista puede hacer referencia a la consideración de que la mujer está destinada a alojar a otros seres que sobreviven gracias a ella. También puede hablarnos de la situación de México con las casas que se quedan vacías cuando faltan los desaparecidos o esas casas vacías porque las madres, que son las que se ocupan de buscar a los desaparecidos, dejan sus viviendas vacías. Otra participante habla de que a ella le ha sugerido que puede aludir al vacío que siente la mujer al quedarse sin el hijo al dar a luz. Puede ser también la metáfora de las dos protagonistas con el vacío que sienten.

Se pasó a hablar del entorno social que envuelve a las dos protagonistas, con el propio lenguaje que usa la autora para diferenciar el monólogo de cada una de las dos madres nos señala las desigualdades sociales en las que viven. Utiliza la técnica de los dos lenguajes, configurando un México culto y un México popular, el lenguaje de la madre raptora usa términos populares mejicanos y es más violento.

A las protagonistas, Brenda Navarro no les pone nombre, solo se les reconoce a través de la sucesión de los capítulos y al diferente lenguaje que utilizan, como ya se ha señalado.

El libro nos habla de una maternidad patológica, la madre a la que le secuestran el niño no se sabe por qué ha sido madre, ha tenido amantes, dice que deseaba que ese hijo no hubiera nacido; otra persona opina que la primera madre ha estado en una diatriba como la que se encuentran otras mujeres que han pensado en la maternidad siguiendo los estereotipos sociales: novio, boda, hijos. Pero, se constata que en general no se reflexiona sobre otros aspectos de la maternidad, lo que supone la pérdida de libertad, en un momento dado se dice en el libro: “los hijos son una cárcel”. La madre secuestradora sí que tiene las cosas claras sabe que quiere ser madre por encima de todo; ninguna de las dos madres representa una maternidad normal, la que pierde al hijo está trastornada psicológicamente, la raptora siente tal deseo de ser madre que se convierte en una delincuente. Tanto la una como la otra son dos exageraciones que recuerdan mucho a los personajes y ambientes que vemos en las obras de Buñuel y de Lorca, no son capaces de romper las cadenas que les impiden ser felices, son mujeres atrapadas, la primera es una inmadura, la segunda está prisionera en su contexto familiar y social.

La novela podría haber sido un auténtico folletín, hay ingredientes para ello: un rapto, un niño no deseado, la trágica muerte del hermano, la vida de la raptora, pero la autora hace una novela estupenda, un libro muy potente, con una fuerza impresionante.

En un momento dado, se habla de ETA y del independentismo haciendo referencia a unos personajes secundarios, no profundiza en este asunto, ni tampoco lo necesita el libro.

Nagore, la sobrina es la única que da afecto, hablamos en este momento de los tiempos de la novela, por el desarrollo de este personaje, está el tiempo del rapto y el tiempo que trascurre después. Una participante habla de que adolescentes que viven en familias problemáticas son más maduros que otros y otras de su edad, y sobre todo en estos momentos que se tiende a sobreproteger a los hijos e hijas. Nagore quiere saber de su padre a pesar de que éste ha asesinado a su madre, quiere tener un criterio propio. Hay casos de hijos e hijas abandonados o con graves tragedias a sus espaldas que cuando se hacen adultos quieren saber acerca del por qué se ha producido esa infausta situación.

Está muy bien caracterizo el autismo de Daniel/Lionel, no lo sabemos desde el principio, pero esa patología influye en los sentimientos que despierta en las protagonistas, es más aceptada por parte de la madre secuestradora que por la otra, se refleja bien el hecho de que los códigos comunicativos convencionales no son seguidos por los autistas, ellos tienen sus propios códigos. El mantra que repite el niño “Ore, ore” parece ser que señala a Nagore y puede hacer referencia al cariño que la niña le daba y que él reconoce con ese sonido.

Con respecto a los hombres, Rafa, el novio de la secuestradora, es una cabeza loca. Fran el marido de la madre que pierde a Daniel nos desconcierta; de ambos hombres solo sabemos lo que nos cuentan sus mujeres. Fran es un tipo pasivo, que no se entrega en el amor. Rafael es un sinvergüenza, aunque la descripción de este último se hace a través de los hechos, no de las opiniones de su novia. Ambos son descritos como parejas, no como padres, pero Fran sí que es consciente de que Nagore los va a necesitar y la lleva consigo a México.

Se señala la ausencia de moralidad tanto en una madre como en la otra, lo que las hace más humanas, eso sí exagerando los rasgos patológicos, lo que le da una gran fuerza emocional al libro.

Una de las participantes ha echado en falta algo más de optimismo en la historia.

Pasamos a dilucidar si al niño lo matan o no al final de la novela, algunas opinamos que no habíamos reparado en ese hecho, pero en el libro se nos habla de que la familia de la secuestradora, para protegerse, había asesinado a Daniel/Leonel cuando señala que se deshicieron de la ropa y que la madre secuestradora guardaba sus zapatitos. La madre de la raptora lo mata para que no la encarcelen.  Otras participantes hablan de un posible final abierto más amable, por ejemplo, que lo devuelvan abandonándolo en la puerta de una comisaría, pero parece claro que lo mataron a lo vecinal como se dice en algunos pueblos, todos son cómplices y no pueden denunciarlo, porque les salpicaría.

Una de las participantes dice que ha venido pensando que era una novela dura, pero después de los comentarios todavía la ve más dura, desde luego solo cabían dos posibilidades para el final del niño: dejarlo en la puerta de la comisaría o matarlo.

Vinculamos este asunto con la violencia que existe en México y el espantoso asunto de los desaparecidos, la angustia que sienten las familias ante este tema es diferente del de la muerte por un familiar o amigo por terrible que ésta sea, cuando aparecen los desparecidos la familia respira aunque hayan muerto, de ahí que, según comenta una lectora que cuando estuvo en Guatemala  se preguntaba si era justo gastar tantos fondos en la investigación y recuperación de cadáveres de desaparecidos y afirma que sí que merece la pena ese gasto a pesar de las penurias económicas y sociales que se podrían solventar con estos fondos.

Otro tema que aparece en la novela es el de la soledad sobre todo la de la primera madre.

El entorno social en el que se desenvuelvan está muy bien dibujado, por ejemplo, en la fiesta donde la secuestradora ve a Daniel, los padres del niño se preguntan por qué han sido invitados, la respuesta es por ser blancos y el padre además español, pero no se sienten a gusto en ese ambiente ya que los pueden relacionar con el narcotráfico u otras corrupciones. Del entorno familiar de la madre primera no se sabe nada.

Hablamos bastante de lo que significa la maternidad, personal y socialmente, ya en los principios del feminismo se suscitó el debate sobre la maternidad como opción frente a la maternidad impuesta. De la cuestión del aborto también se habló, en Latinoamérica es ilegal en todos los países, con escasas excepciones, seguramente por la influencia de la Iglesia, pero ni cuando ha habido gobiernos de izquierda se ha legalizado su práctica, también en España hay restricciones sobre todo en la Sanidad Pública, incluso se está intentando cambiar la ley para hacerla más limitada.

Se destacaron las entradillas de cada capítulo, por ejemplo, el del comienzo del libro: “Daniel desapareció tres meses, dos días, ocho horas después de su cumpleaños. Tenía tres años. Era mi hijo” “Cuando abrí los ojos vi que estaba en casa de mi mamá y me puse a llorar. Sentí muy feo. ¿Qué hacía yo en su casa y no en la mía?”

Estuvimos de acuerdo en que es una novela dura, pero muy potente e intenso, felicitamos a la persona que ha propuesto su lectura y destacamos que el comentar con otros el libro, se  abren muchas nuevas perspectivas que en la lectura individual no aparecen.