El pasado miércoles, día 2 nos reunimos para comentar el
libro “La chica salvaje” de Delia Owens.
Antes de la presentación, leímos las aportaciones que habían
enviado dos personas que no pudieron asistir a la sesión.
Jesús Gómez escribió: Delia Owens (1949) es bióloga y ha
desarrollado su labor investigadora en Botswana y Zambia. Junto a su marido se
preocupó de la conservación de la naturaleza y luchó contra los furtivos
dedicados a la caza ilegal.
Tras veintitrés años en África, ella y su marido decidieron
abandonar el continente y trasladarse a su rancho de Idaho al ser investigados
por su posible participación en un tiroteo en el que murió un furtivo.
En 2018 publicó La chica salvaje. La condición de bióloga de
la autora se percibe en la novela ya que el tema fundamental del libro es la
relación de la protagonista, Kya, con la naturaleza; relación que se va
haciendo más intensa a medida que avanzamos en la lectura. Este tema determina
la aparición del segundo tema en importancia: la soledad. La autora necesita
que el carácter de la protagonista se forje en medio del abandono de la
familia: madre, hermanos y padre; y en el rechazo de una sociedad racista,
clasista y patriarcal. (La presencia de esta sociedad constituye el tercer tema
de la obra).
En estas circunstancias Kya busca refugio en la marisma y
los seres que la habitan: las gaviotas, las garzas, las libélulas...
La vida amorosa de Kya también contribuye a que se sienta
sola. Tate, que le ha enseñado a leer y la ha iniciado en la biología, la
abandona, aunque siempre conservará su recuerdo; y Chase, al que Kya se acerca
solo por un impulso físico, es un tipejo machista, violento y maltratador que
acaba casándose con una chica de su clase social.
Un acontecimiento trágico agudizará la soledad de Kya: Chase
aparece muerto en extrañas circunstancias y la muchacha se convierte en la
principal sospechosa, aunque no haya pruebas sostenibles contra ella.
En el tiempo en que Kya está en la cárcel y en los días del
juicio todavía se encierra más en sí misma y anhela su vuelta a la vida en la
marisma.
La absolución, gracias a la inteligente actuación del
abogado defensor; la reconciliación con Tate; la presencia de su hermano
Jodie harán que Kya acabe integrándose en la sociedad, continúe con sus éxitos
científicos y sea querida por sus vecinos.
La obra de Delia Owens tenía muchas posibilidades de tener
éxito y, efectivamente, lo ha tenido: se han vendido más de quince millones de
ejemplares y se ha traducido a cuarenta idiomas. Sin embargo, en mi opinión,
algunos aspectos de la novela le restan calidad:
-La supervivencia de Kya es difícilmente creíble en las
condiciones que queda, sola en medio de la marisma. La autora ha forzado con
ello la fusión de Kya con la naturaleza, pero el resultado es, a mi parecer
exagerado e irreal.
-La evolución de la protagonista es llamativa: aprende a
leer a los quince años gracias a Tate, lee algunos libros de biología...y a los
veintitrés o veinticuatro años escribe asombrosos libros de ciencia:
¡asombroso! pero también un tanto irreal.
- La reiteración del mundo natural en que se mueve Kya ha
acabado por parecerme tediosa.
- La muerte de Kya me ha resultado melodramáticamente
espectacular.
-La revelación al final de la novela de la autoría de la
muerte de Chase perjudica a la obra; creo que hubiera sido mejor que esa muerte
hubiera quedado escondida en el misterio. Con el final de Kya podía acabar la
novela, no hacía falta nada más.
Por otra parte, el paralelismo que en algunos momentos se
establece entre los comportamientos humanos y los animales entra en un terreno
que puede ser muy peligroso. Afortunadamente, esta línea de pensamiento se
corrige al final del libro.
El texto también tiene virtudes. Señaló algunas de ellas,
según mi opinión:
-El tono poético en que está concebida la relación
Kya--naturaleza, al que ayuda la inclusión de poemas.
-La utilización de metáforas y comparaciones que conducen al
lector al mundo rural y al natural, lo que resulta muy apropiado al carácter de
la obra.
-La disposición temporal de los capítulos, que favorece el
suspense narrativo.
-El inteligente desarrollo del juicio que hace que el lector
termine el libro con muy buenas sensaciones.
-La bondad de Jumpin, Mabel y Tate, personajes muy queridos
para el lector.
En fin, me ha parecido una novela con aspectos valiosos pero
mejorable, con elementos que la hacen muy comercial pero no es una obra
literaria de primera línea.
Y Jesús Pola dijo: Es
una escritura plástica, pictográfica que a través de la narración en tercera
persona nos adentra en el mundo natural de la marisma, que ya no se mantiene
incólume, si no que soporta el asedio y la intrusión de la plaga humana que lo
modela, aunque en menor grado que otros territorios.
Con dos ritmos que se entremezclan:
Un ritmo podríamos llamar policiaco, desarrollando la trama
de un asesinato con antecedentes, motivaciones, sospechosos, las pruebas, el
móvil, el propio juicio con los ardides de los abogados, etc.
Otro ritmo es el desarrollo de la vida en la marisma, como
escenario y como protagonista, como aprendizaje y como protección, como
seguridad.
Las dos narraciones la natural y la social terminan en el
mismo hito y sus consecuencias, la muerte de Kya.
Se hace referencia en varias ocasiones al eslabón perdido en
la evolución humana, desde lo natural a la “civilización”
De alguna forma nos presenta el mito del buen salvaje y la
contradicción en gran medida irresoluble entre lo natural y lo racional. Ambos
mundos se yuxtaponen en la novela, así como las visiones del uno sobre el otro.
Kya representa el abandono de la propia especie y su amalgama,
su fusión con la madre naturaleza, la vuelta al útero primigenio.
El desarrollo de su vida, el aprendizaje de la lectura, la
interpretación científica de la marisma su relación con el pueblo, incluso sus
relaciones sexuales, solo son el escenario que nos muestra su soledad en medio
de dos realidades que ninguna de las dos la satisface plenamente, la completan.
Nos presenta de alguna forma un presente imposible
- ·
Un productivismo insostenible
- ·
Una vuelta a lo natural imposible.
Desde este dualismo negativo tenemos que construir un futuro
vivible.
Y después de la presentación del libro, pasamos a comentarlo:
Una persona dijo que el libro le había gustado mucho, destacó
que estaban muy bien las descripciones de las marismas, las de la vida de los
animales e imagina que estos escenarios estarán también muy bien plasmados en
la película por los avances de la misma que habían pasado por la tele, ya que
la película no la pudo ver.
Comentó, asimismo que ve irreal que a una niña la
abandonaran a una edad tan temprana, que le parece muy dura esa experiencia,
pero que es una novela y la autora permite que pueda sobrevivir. Están muy bien
caracterizados los personajes, le ha gustado que se intercalen poesías en el
texto y el punto de unir una intriga con la descripción tan poética de las
marismas.
Coincide con Jesús Gómez en lo de que no le gustó que al
final se desvele que ella había sido la asesina.
Otra de los asistentes comenta que la niña en realidad había
sido abandonada cuando tenía unos dos o tres años más de los seis que se señalan
al principio de la novela (su padre no se va hasta más tarde) y que entonces
resulta más creíble.
En la vida real y en la literatura hay ejemplos del buen
salvaje, esos niños que han sobrevivido en la naturaleza sin el apoyo humano en
su infancia.
Se dijo que la secuencia de los tiempos de la muerte del
chico es un poco forzada, también las circunstancias de la misma. El abogado
hace muy bien las preguntas en el juicio y dudamos de sí intuía que Kya había
matado a Chase o la consideraba inocente. Pensamos que la narración es un tanto
tramposa en el asesinato. La autora nos cuela a los lectores otras
trampas, lo ya señalado de que, aprendiendo a leer a los quince años, un tiempo
después explique teorías de Einstein que a algunas nos cuesta entender.
Sorprende también que si ella había sido la asesina no se entiende su
comportamiento en la cárcel, parece que ella había tirado la toalla en su
relación con el mundo y por eso pensábamos que era inocente.
El libro habla de la soledad, sobre todo le pesa a Kya el
abandono de su madre, habla de que en el mundo de las libélulas las madres siempre
vuelven con los hijos, de hecho, parece que el comportamiento de la madre de la
protagonista es un tanto anormal, por mucho que no aguantara al padre se tenía
que haber llevado a los dos hermanos más pequeños.
Alguien comenta que le ha sorprendido la variedad de comidas que
describe en el texto, pensaba que en EE UU comían solo hamburguesas - ;) - , también
comentamos que es curiosa la historia de la propiedad de la tierra con esas referencias
a derechos que vienen de unos cientos de años atrás, eso nos recuerda a lo que
nos han contado en las películas del Oeste.
Hablamos de la visión tan positiva que da de las marismas,
en ningún momento aparecen los molestos mosquitos o las insalubres charcas y
habla poco de los peligros de los traicioneros canales para la navegación.
Pasamos a comentar el racismo y el clasismo que todavía hoy
parece que define la sociedad estadounidense, hablamos de que el racismo es
realidad es un clasismo notorio, Kya es blanca y, sin embargo, es considerada
una paria.
Otro asunto que se ve forzado en la narración es el de que
se descubra al final que ella es la poetisa que escribía los poemas que van apareciendo
en la novela.
En conjunto no parece sorprender el éxito del libro, tiene
romance, intriga, bellas descripciones, alguien aporta que tiene cosas novedosas,
es muy cinematográfico, de ahí la fidelidad de la película al texto. La novela
atrapa y se lee muy fácilmente.
Con respecto al título parece más acertado el que se le ha
dado en la versión española “La chica salvaje”, mejor que el original de “Dónde
cantan los cangrejos de río”. Han gustado mucho las metáforas que utiliza la
autora como la que describe la estructura del ADN o cuando habla de la vida.