El libro que comentamos el último día fue “El hombre de la
dinamita” de Henning Mankell, comenzamos presentando al autor, un pequeño
resumen de la obra, sus personajes y las escenas más significativas, y se
propusieron, para el diálogo posterior, una serie de preguntas:
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¿Quién es el narrador?
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¿Por qué esos saltos en el tiempo?
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¿La Historia evoluciona, pero también lo hacen
los trabajadores y sus condiciones?
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¿Qué piensa Oskar de sus hijos?
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¿Ha llevado una vida feliz?
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¿Qué opina de la socialdemocracia?
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¿Se opone al capitalismo?
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¿Qué os ha parecido el asunto del cartel?
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¿Cómo es la relación con su mujer?
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Y sobre todo, ¿os ha gustado el libro?
Se comienza hablando de que al leer la reseña del libro
parecería una novela policíaca y de intriga que giraría en torno a una
investigación del accidente, pero no es así. El estilo no me ha gustado, hay
unos párrafos muy condensados, diálogos que se repetían y que despistaban, pero
reconozco que al final te haces una idea de lo que ha vivido este hombre.
Otra lectora opina que le ha resultado difícil, es un libro
corto pero obliga a una lectura a la que no estoy ya acostumbrada, le he
encontrado más sentido a medida que avanzaba, para mí es un reflejo de un
personaje tan duro. Me ha gustado al final, la impresión que deja el personaje,
un hombre muy sólido con una fuerza impresionante, la forma y el fondo se
complementan.
Otra persona dice que el autor está jugando con el lector,
hay muchos narradores, es un juego. Como si se hubiera planteado un puzle con
la vida de este hombre, es necesario que te dejes llevar por el relato.
También se apunta que el tipo de narración da un poco de
pereza, te exige más esfuerzo y en estos momentos prefiero textos más amables.
Otro lector comenta que le ha parecido interesante la
historia de Oskar, a través de su vida se va contando lo que es la sociedad
sueca, los aspectos sociales que se producen a lo largo del tiempo. El
personaje se considera un trabajador, hijo y nieto de obreros, un hombre
sencillo que no se ha visto a sí mismo protagonista de la Historia de Suecia,
pero el narrador sí que lo considera. Un hombre anónimo. Se destaca que sus
compañeros de trabajo no sabían ni cómo se llamaban.
Es un hombre sencillo, pero que se da cuenta de lo que
acontece a su alrededor, sabe lo que aporta la socialdemocracia, piensa que se
ha convertido en un nido de burócratas, hay una deriva del partido en conjunto.
Estamos mejor, pero la pirámide no ha cambiado.
Se opina que la alteración de tiempos y voces es
interesante, una mezcla que igual se da en nuestra vida, vivimos y luego
recordamos retazos, episodios individuales.
Al principio me pareció caótico, pero al hacer un repaso he
visto que tiene una unidad.
Otro lector dice que le ha gustado, pero que cuando llevaba
unas pocas páginas se dio cuenta de que no me estaba enterando de nada, por lo
que le exigía una mayor atención, cree que habla de la vida de este hombre
desde su posición en la sauna, su perspectiva no intelectual, su implicación en
las luchas políticas, su actitud ante las tareas de la casa que refleja la
concepción y la admiración que siente hacia su mujer, en definitiva su vida en
diferentes matices.
Un asunto curioso es como comienza la historia, un accidente
que ha contado la prensa, que dice que ha habido un fallecido, hablando de lo
que tiene morbo, puesto que después no dice que ha sobrevivido.
El protagonista es un tipo muy entero y muy comprometido,
con cierto sentido de humor, como cuando da la vuelta a los mapas del nuevo
barrio en el tablón de anuncios del Ayuntamiento. Es una persona entrañable, te
cae bien.
La última etapa del libro es una reflexión sobre la vejez,
lo echan del piso a raíz de un episodio de especulación inmobiliaria propiciado
por los socialdemócratas. La soledad también aparece al final del libro y a él
le pesa, solo en el piso, se va a la sauna, ve que la sociedad ha cambiado, la
gente está sola y los que vienen de fuera molestan.
Ha sorprendido a un lector la poca o nula referencia que se
hace en la novela a la II Guerra Mundial, que sería un asunto que influiría en
Suecia, sin embargo sí que hace alusión a otros hechos históricos como son el
lanzamiento de la bomba atómica, con el que pierde la confianza en los Estados
Unidos, la invasión de Hungría por la Unión Soviética que le hace dudar del
comunismo y el episodio del problema del Canal de Suez. El hecho de que haya
acontecimientos históricos que le afecten más que otros quizás sea un recurso
intencionado por parte del escritor. La única referencia a la monarquía la hace
cuando está convaleciente en el hospital y frente a la cama tiene una foto de
los reyes.
Se habla de que Oskar es militante, pero no muy activista,
en la novela se muestra que la gente
corriente también está en la Historia.
Oskar muestra su disconformidad con la actuación de la
socialdemocracia, lo echan de su casa, pero le dan otra vivienda y todavía
consigue luego otra. Es consciente de que vive mejor pero la pirámide no
cambia, los que mandan siguen mandando, ocurre lo mismo en España.
También hablamos de que su mujer está toda la vida
trabajando en un café, donde se encontraría con compañeros de trabajo, pero no
se ve ningún episodio de celos, admira a su esposa.
Algunos textos nos dan una idea de cómo es el personaje: “ Oskar
conoce sus sueños. Los ata corto. Conoce su realidad. Oskar es una persona que
ha elegido miles de veces en la vida. Nunca ha estado confundido. Ha sabido
evitar el caos. Ha elegido bien o no es otra cosa. Para Oskar, que le da la
mano a Elvira, siempre ha elegido. Ha elegido, ha descartado, ha vuelto a
elegir. Ha elegido pertenecer, ha elegido en contra, ha elegido algo”.
Al final del libro cuenta su 80 cumpleaños desde dos puntos
de vista, un cumpleaños feliz lleno de armonía, y otro con la visión de un
momento de auténtica soledad. El autor juega con varias posibilidades
narrativas, construye el relato desde la voz del narrador, luego Oskar puede
dar su versión y la de sus recuerdos y con estos elementos se va configurando
la historia.
Se habla de la importancia de los personajes secundarios, de
la ruptura de su anodina vida que se produce con el viaje a Viena, allí nos da
idea de la devastación de la guerra.
Es un libro de impresiones y le queda al lector la
posibilidad de interpretar.
Se destaca que en un pequeño párrafo nos cuenta la idea que
tenía de Dios, él y su mujer: “Ni Elvira ni yo hemos creído nunca en Dios.
Cuando éramos pequeños le teníamos miedo, claro, como todo el mundo en aquella
época. Pero cuando nos hicimos socialistas, Dios desapareció. Es verdad que
hubo un sacerdote en el entierro de Elvira, pero eso es distinto. Ninguno de
nuestros hijos está confirmado. Ellos querían, porque así les harían regalos,
como a los demás, pero Elvira y yo dijimos que no. Y tampoco fueron a la escuela
dominical. En cambio, todos estuvieron en los scouts. Y les encantaba”
El autor utiliza la oración simple, dando la información
como con cuentagotas.
Oskar no tiene un pensamiento muy intelectual, se queda en
lo evidente, no entra en cuestiones que serían más opinables, se mantiene en un
nivel de pensamiento de un trabajador, hablamos de que no había tenido una
educación muy extensa, proviene de una familia muy humilde. En los años 20, en
Suecia hubo mucha emigración hacia Estados Unidos ya que el país tenía una
pésima situación económica como se refleja en la película, “Pelle el
conquistador”. Suecia es un país rico desde hace poco tiempo, y se apunta que
el clima, el paisaje y el largo invierno afectará al carácter de sus
habitantes.
En conclusión, el libro ha sugerido muchas ideas de debate,
nos cuenta la vida de un trabajador a través de impresiones. No tiene una
lectura fácil, cuesta al principio entrar en el texto, pero permite al lector
construirse su propio relato y al final deja una buena impresión.