El día 2 de diciembre nos
reunimos para debatir acerca del libro editado por Capitán Swing, De cómo me convertí en alcalde y cambié
el mundo de Jón Gnarr.
Alicia se encargó de preparar la
introducción y señaló que es una autobiografía de este personaje que creó un
partido, el Partido Mejor y ganó las elecciones a la alcaldía de Reikiavik.
Jón se define como pelirrojo, anarquista, amante del punk; nos dice que sufrió violencia doméstica en su infancia, que es admirador de Noam Komsky, pero sobre todo que es un hombre del escenario, un payaso.
Crea un
partido, sin una ideología concreta pero que pretende salvar al mundo
practicando el bien común. Promueve la participación directa y hace de la
ciudad un núcleo de paz, defiende el compromiso político. Trabaja desde el
humor como una competencia básica.
El contexto
internacional en el que desarrolla su programa es el de la crisis financiera mundial
del 2008, producida por un neoliberalismo exacerbado.
Islandia es
un pequeño país que se independizó de Dinamarca, está fuera de la UE, quiere
salir de la OTAN y está muy cerca de conseguir el estado de bienestar. Reikivik
es la ciudad donde se concentra la mayoría de la población, su ayuntamiento
tiene 8000 empleados, ya que de él dependen muchos servicios municipalizados,
incluida la educación. En la crisis financiera no participó en el rescate de
los bancos.
Su programa
político está basado en el sentido común, utiliza estrategias de otras actividades
que realiza como es el judo, proponiendo absorber los golpes del contrincante
para contraatacar.
No entra en
políticas de género, pero habla muy bien de su mujer.
Como
conclusiones, Alicia señala que aboga por una democracia digital, que la
política del futuro es la política local, que es necesario un compromiso
político para aprender y nos habla de otros temas como la democracia, la
religión, la ecología…
Ya metidos en
el debate uno de nosotros plantea que el libro le pareció al principio un poco
absurdo, pero que luego le fue pareciendo mejor. Le ha llamado la atención el
título, Jón no cambia el mundo, el mundo es muy difícil que se pueda cambiar,
Islandia es un país pequeño, que no tiene los problemas de otros lugares y no
se plantea por ejemplo, ¿qué pasa con la emigración? ¿Y con las
multinacionales? ¿Y cómo se hace la redistribución de la riqueza?.
Es un libro
escrito con buena voluntad, pero se apunta que no está bien escrito, por
ejemplo cuando habla de su época escolar comienza diciendo que era una
educación libre y buena, pero a continuación, sin ninguna explicación, pasa a
decir que él no pudo continuar en la escuela y de hecho la abandonó,
dedicándose en la lectura, es decir, se contradice.
Echa la culpa
de la crisis al sistema educativo y a las universidades sin demasiado
fundamento. Sí que afirma que el sistema educativo se carga toda creatividad de
las personas.
Otro lector
comenta que es un libro de fácil lectura y ameno, que nos da un visión
particular de Islandia. Para él el autor plantea que se pueden conseguir muchas
cosas si se une el empeño de muchas personas. El libro es un simulacro de
ensayo sobre un análisis de la situación actual. Se burla de las estructuras y
cambia las reglas. Además de trasgredir las normas dice que hay que ser
pragmático. Enfatiza sobre lo común, habla de los sujetos de la acción
política, y según este lector, plantea cuestiones concretas como son el
concepto de masas, el municipalismo, el nacimiento de un partido, sin
ideología, eso sí, mejor sería según este mismo lector que esta propuesta se hubiese
planteado desde listas electorales. También es importante el tema financiero y
la educación como primera cuestión pública. Deberíamos también hablar de la
banca pública como elemento vital.
Otros asuntos
que se plantean son la influencia de los medios en la política, la defensa del
anarquismo con referencias N. Chomsky, el papel de los jóvenes, ya que en
realidad estamos diseñando un mundo en el que van a vivir otros.
Otro lector
comenta que le ha parecido un poco flojo el libro, y que plantea la fragilidad
del sistema de representación, llega un nuevo partido y se lleva un número
suficiente de votos y por consiguiente el poder, no se explica porque 9 ó 10
millones de personas entre los que hay muchos trabajadores y trabajadoras votan
a partidos de la derecha, aunque en realidad sean votos “en contra” de la izquierda.
Ha gustado el
sentido del humor, sería positivo que muchos de los discursos que escuchamos
fueran más divertidos.
Se plantea
que no es lo mismo levantar un país pequeño que uno grande.
Se habla de
que en España todavía está muy vigente la cuestión de las “Dos Españas”, se comenta
que estas divisiones existen en otros
países y que nosotros tenemos, además, una carencia democrática debido a los 40
años de dictadura y a la deficiente Transición.
Otro asunto
que se aborda es el papel de la política local, que aplicado a instituciones
más extensas crea más dificultades, pero es interesante que este partido sin
base ideológica gane las elecciones y que la gente descubra algo nuevo. Es
contradictoria la falta de continuidad del proyecto por parte del protagonista.
Se habla de que sería interesante profundizar en el conocimiento de las
experiencias de otros movimientos como el surgido en Italia de las “5 Estrellas”
y la relación con “el Partido Mejor”.
Se habla de
otras referencias como las películas
sobre Unamuno donde se nos muestra que un intelectual tan serio como él, no se
dio cuenta de que los militares eran unos fascistas.
Se insiste en
que la educación es lo que propiciaría, con un buen entrenamiento del
pensamiento crítico, la auténtica democracia. También se apuntó que la falta de
participación puede llevar a que pase cualquier cosa.
Se destacó su
opinión de que las masas enfurecidas no llevan a ninguna parte, que lo que
utiliza el partido Mejor para llegar al poder es lo que usan otros partidos
institucionalizados: oponerse a algo, “tocarle las tripas” al ciudadano
(sistema basado en el egoísmo), señalar a las masas poco preparadas, un
enemigo.
Se insiste en
la democracia y en la participación y se destaca que Jón plantea que los lerdos
también tienen derecho a opinar.
Define cómo
tiene que ser un político, debe tener un trabajo al cual volver, haber militado
en movimientos de base, tener un código moral, pensar que hay que ser
pragmático y que seguramente tendrás que coaligarte, reconocer la ignorancia de
lo que no sabes.
En resumen,
siendo un libro que parece flojo, sin embargo da pie a múltiples reflexiones
sobre la participación política, el concepto de democracia, la importancia de
la educación, el municipalismo y el sentido de humor.
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