El día 3 de marzo nos reunimos
para comentar el libro Los dueños de Internet de Natalia Zuazo.
Isabel Montserrat se encargó de hacer la presentación de la sesión señalando en primer lugar que le había costado mucho leer el libro, por las características del contenido del mismo.
Seguidamente nos habló de la
autora Natalia Zuazo es una periodista argentina, licenciada en Ciencias
Políticas, profesora y experta en nuevas tecnologías. Ha recibido prestigiosos
premios y ha realizado diversas publicaciones incluidos dos libro, el que nos
ocupa y Dueños de Internet.
A continuación nos presentó el
libro, incidiendo en que la mitad de las personas del mundo utilizan a diario Internet
y que el dominio de esta red por las cinco grandes compañías que se analiza en el
libro son un nuevo colonialismo y que han adquirido esta condición de dominio sin
guerras ni violencia a diferencia de los antiguos imperios colonialistas, eso
sí, para este nuevo colonialismo, nosotros somos los que voluntariamente les
damos los datos de los que se nutren.
Habla el libro de una revolución
basada en el conocimiento y que crea desigualdades, empezando por la brecha
digital que excluye a determinadas personas.
El nuevo “oro” son los datos.
En el libro va analizando las
cinco empresas que dominan en este sector, Microsoft que tiene un poder en el
campo de la Educación, a través de la formación de las nuevas generaciones con
modelos digitales. Google que conoce todos nuestros movimientos. Facebook que controla
la información y se ha hecho con el mercado de las noticias. Amazon se está
haciendo con el control del comercio mundial. Uber domina el transporte en las
ciudades.
En el libro se plantea alguna
solución, a partir de la pregunta: ¿Podemos hacer que la tecnología actúe a
favor de la población? ¿A través de qué y de quién? Habla de la importancia de
las ciudades para dar alternativas a este dominio monopolístico y que la
solución está en las decisiones políticas.
Un problema que genera este
dominio de Internet por estas empresas es que incide en nuestras relaciones
personales, en nuestra libertad. Es un libro político, de denuncia.
La obra está estructurada en seis capítulos,
el primero es una introducción que nos habla de la concentración del capital,
de la responsabilidad que tienen estas compañías al forzarnos a compartir
datos. Los siguientes capítulos, del segundo al quinto, desglosa las características
de cada una de estas empresas, en Microsoft incide en su dominio en el campo de
la Educación, plantean una educación básica para todos, proporcionan equipos
gratuitos a los gobiernos y hacer que luego sea necesario pasar a sus
aplicaciones de pago. Desprestigian la Escuela Pública con sus propuestas.
Facebook ha intervenido en la
manipulación de elecciones, por ejemplo en las que salió elegido Trump que al parecer
intervino Rusia, entre otras intrusiones en noticias falsas.
Uber es una de las empresas que
más ha precarizado el mundo del trabajo. Y Amazón en el control del comercio.
Se pregunta si la tecnología
cambiará nuestras vidas y propone experiencias realizadas en Barcelona desde lo
común para tratar de controlar a estas empresas. Los gobiernos también deberían
intervenir para exigir más trasparencia y proteger más nuestros datos. De igual
modo tendrían que ser más responsables en lo referente a los impuestos.
Y después de la introducción de
Isabel, pasamos a debatir. En una primera intervención se expresó que el libro
le había resultado muy interesante ya que trata de asuntos que estamos viviendo
día a día, cedemos nuestros datos y colaboramos de manera involuntaria y todo
lo que manejan estas empresas tiene un impacto en la sociedad, fomentan el
individualismo, los jóvenes no hablan entre ellos, controlan la información, y
nos asombran al adivinar lo que vamos a solicitar o consultar. La sociedad está
vigilada y nos acercamos a un mundo próximo al descrito en “1984” o en “Un
mundo feliz”. Diseñan una sociedad donde está la información controlada y el
trabajo precarizado.
Se destacó la importancia de las
propuestas de Ada Colau en Barcelona, incrementando la participación de los
ciudadanos creando estructuras paralelas.
En uno de los textos se habla de
que en la sociedad tecnológica habrá menos trabajo, y entonces, ¿qué hacemos
con el trabajo más escaso? ¿La solución puede estar en el Salario Mínimo
Universal o en repartir el trabajo? Esta nueva situación nos llena de
interrogantes. También se comentó que el Estado no es neutro en este asunto,
ellas, las tecnológicas, necesitan al Estado, pero no quieren ser controladas,
les gustan los Estados débiles.
Otra intervención incidió en que
el libro nos plantea otras reflexiones cuando habla que 8 personas tienen tanta
riqueza como la mitad de la Humanidad, incide que el valor de estas compañías
está en las redes de usuarios y no tienen nada físico como ocurría con las
empresas más clásicas. Mejorarán nuestra calidad de vida si el Estado funciona
y regula y es necesario la inversión en ciencia pero que no se apropien de la
investigación pública, para su propio beneficio. Es importante para nosotros entender
cómo funcionan los algoritmos, las redes y pedir explicaciones si no son
trasparentes. Crean problemas en la política y en la democracia.
Otra persona comentó que le había
resultado interesante el libro, pero que se ha deprimido con su lectura ya que
considera que es muy difícil escapar de esto, sin ser muy usuaria de estas
plataformas siempre echamos mano de ellas, nos colonizan sin violencia ni oposición
por nuestra parte. Incluso el teletrabajo que están potenciando no es
colaborativo, es bastante individualista. Nos venden una democratización de la
educación que no es tal. Es difícil salir del control al que nos someten, la
política tiene que intervenir.
Otra opinión señaló que la
tecnología en sí misma no es mala, pero que si cae en manos de unos pocos, esos
pocos nos quieren manipular sin control.
La siguiente intervención fue acerca de la
deshumanización que tenemos a la hora de tomar decisiones, deciden qué tipo de
niño ha de recibir determinada educación y qué tipo de hombre ha de ocupar
determinado puesto de trabajo sin tener en cuenta las circunstancias sociales y
económicas. Se debatió en torno a las propuestas educativas y con los nuevos
planteamientos de la duración de las titulaciones en las universidades y la
exclusión o no, que puede suponer.
Otra opinión expresada fue que la
tecnología no es buena ni mala, por ejemplo, se apuntó, si la aplicamos al
fracking es mala, pero en general es buena. Las TIC son ideales para el
neoliberalismo, es decir la última expresión del capitalismo, y se cambia o
vamos a destruir el Planeta. Ahora estamos convirtiendo la Tierra, el trabajo,
los datos en capital. Es preciso conocer qué son y cómo se utilizan los
algoritmos que utilizan, hay una despersonalización total.
Anteriormente se decía que el
producto “sos vos” y ahora nosotros entrenamos a las máquinas con la cesión de nuestros
datos.
Hay que combatir el poder de las
cinco grandes, en el capítulo 6 se abre una línea de trabajo, al hablar de
acercar la tecnología a la gente a los barrios para controlarlo mejor. También hay
que repartir el trabajo y cambiar la idea de solidaridad, ya que el
neoliberalismo fomenta el individualismo, las aplicaciones como el Whatapp son
buenas o malas depende de cómo las utilicemos, las soluciones vendrán por el
trabajo en común, no por grandes revoluciones sino por pequeñas cosas, cuanto
más concentrada está la tecnología es más difícil de derrotar. Tenemos poder de
intervenir (ejemplo el de comprar o no en Mercadona) la cuestión está en
ponernos de acuerdo y utilizar las nuevas tecnología en ayudar a la gente, el
cambio es difícil, pero deberemos controlar el tiempo que les dedicamos y no
caer en sus burbujas de pensamiento que nos hacen entrar en círculos de noticias
y de opiniones coincidentes con las nuestras y perdemos amplitud de miras.
Hay que combatir a los cinco
grandes para que no sean monopolios, no precaricen el trabajo, respeten la
privacidad de nuestros datos y no evadan impuestos.
Es un libro muy interesante, que
tarta de temas que nos afectan intensamente a nuestra vida y a nuestra
sociedad.
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