La novela negra: malestar social y malestar individual
por Eugenio Fuentes en Revista de Libro de noviembre del
2015
Como afirma Tony Judt en su magnífico ensayo Algo va mal, en los últimos treinta años se ha incrementado la desigualdad –que en Occidente había ido limándose desde finales del siglo XIX hasta 1980–, con el consiguiente aumento de pobreza, desempleo, delincuencia, obesidad, enfermedades mentales y angustia personal. Parece que hemos olvidado que las naciones más felices, donde los ciudadanos gozan de mayor bienestar, no son las más ricas y poderosas, sino aquellas en que hay menos distancia entre los muy ricos y los muy pobres.
En los tiempos de crisis hay una pérdida de confianza del
individuo en las estructuras del poder y en las instituciones públicas que no
han sabido impedir aquélla, si es que no han contribuido a su agravamiento. No
hay seguridad de que los banqueros guarden nuestro dinero, de que los políticos
se esfuercen por el bien común e incluso, en ocasiones, se sospecha de la
imparcialidad de los jueces. Es en este marco –y en el subsuelo que oculta–
donde encaja la novela negra.
En general, se da por aceptada la tesis de que sobre la
novela negra, más que sobre ningún otro género, recae la responsabilidad de
reflejar el malestar social, especialmente dañino e insidioso en momentos de
crisis como los actuales. No hay periodista que no formule esa pregunta a los
escritores que incursionan en el género, dando por hecho una respuesta
afirmativa, y en las reseñas literarias apenas hay crítico que no abunde en
dicha responsabilidad.
https://www.revistadelibros.com/la-novela-negra-malestar-social-y-malestar-individual/
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