En el grupo de lectura del Centro de Documentación María Zambrano del Instituto Andaluz de la Mujer dicen del libro:
"A partir de su ansiedad posparto, de la pérdida del sentido
de la realidad que tuvo -con su propia historia como hilo conductor y junto a
experiencias individuales de distintas épocas- crea una visión colectiva con
carácter universal donde el cuerpo de la mujer entra en conflicto. […]
[…] Denuncia la colisión de las dos esferas pública/privada y reivindica el derecho a la conciliación puesto que nunca es suficiente. Hay un problema estructural hasta en los grupos feministas e incluso partidos progresistas, «de puertas adentro», se tiene todavía mucho que hacer. Expone que de los ocho grupos parlamentarios en el Congreso sólo tres tienen una mujer de portavoz e igualmente pone de manifiesto que cuando su hija estaba ingresada en la UCI (y ella era diputada) tuvo que acudir a Madrid para votar de forma presencial, puesto que no había opción de voto telemático".
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