viernes, 6 de noviembre de 2020

 

En la primera sesión del Taller de lectura del Ateneo Republicano de Zaragoza comentamos El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince. Voy a tratar de hacer un extracto de lo que se habló,  aunque seguramente no recogerá todo lo que se dijo,  pero nos puede servir como resumen.

Se comenzó señalando que era un libro que había gustado por su sencillez y sensibilidad, que deja, a quién lo lee, un buen sabor de boca.

El punto de partida del libro son los recuerdos del hijo que escribió 20 años después de la muerte, en circunstancias trágicas, de su padre y que recupera su memoria, seleccionando aquello que presenta a su “papá” como alguien lleno de virtudes, como su héroe, aunque en algún momento también señale su racismo y otros aspectos de una persona conservadora a pesar de él mismo; no obstante, el hijo pone en valor la calidad humana del padre.

Socialmente la familia pertenece a una clase privilegiada de Colombia.

También se comentó que en el libro se nos habla de educación; el padre dice que la educación debe de buscar la felicidad, si esto no se produce, consigue lo contrario de lo que se pretende. En la familia los hijos son enviados a la enseñanza privada, ya que no se fían de la educación pública en esos momentos.

El libro, se dijo, es de lectura fácil, habla extensamente de la medicina pública, por el empeño del padre en crear recursos que ayuden a mejorar la salud de la población en general, aunque en la familia se priorice lo privado en educación. Se manifiestan contradicciones también en la diferencia de trato del hijo con respecto a sus hermanas.

Hay que tener en cuenta de igual modo, que en aquellos momentos, los años 60 y 70 de pasado siglo, la situación en Colombia estaba muy deteriorada con respecto a lo público.

También se destacó que el padre tenía como valores el respeto, la tolerancia y era muy abierto, rasgos que no caracterizaban a nuestros padres en aquellos momentos.

La elección de un colegio del Opus para sus hijos, contrasta con su trabajo como profesor en la universidad, allí trata de que sus alumnos aprendan con la práctica, llevándolos a los lugares más necesitados de una medicina comunitaria.

Nos dio pie el libro para hablar de que en la educación pública se debe de perseguir la calidad, tiene que ser un modelo, y se recuerda que en Francia la Escuela pública es una de las mayores conquistas de la República. Se comentó que las familias deben llevar a sus hijos a la escuela pública no solo por ideología, sino con el convencimiento de que es la mejor opción para conseguir una excelente educación, ya que está en mejora permanente.

Han gustado las referencias que como escritor tiene el autor, nos cita  las Cartas a su padre de Kafka,  Las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique,  la obra de Borges,  La corte  de los milagros y nos habla de la película Muerte en Venecia, que más adelante algún contertulio volvió a recordar como una referencia a algún aspecto oculto que el autor no quiere, quizás, desvelar de su padre.

Otra persona comentó que deberíamos diferenciar lo que realmente cuenta el libro de lo que nosotros realmente interpretamos, cuenta la biografía de su padre, no nos narra la historia de un héroe, un líder, sino el relato de un hombre la clase media alta, con unos principios mediatizados por su familia, pero que trata de mejorar las circunstancias de vida de los más pobres, en ocasiones a pesar de ellos, que bastante tienen con sobrevivir.

El recuerdo es la clave del libro, lo que pretende es que al padre se le siga evocando siempre, situando ese recuerdo en el momento de la historia de Colombia de esos años.

Se comentaron muchas más cosas, la imagen positiva que da del padre, sus contradicciones, algunos aspectos oscuros de su vida que no se nos muestran abiertamente, quizás para no dañar a la madre, la historia que no conocíamos de la influencia del franquismo y del Opus en América Latina… la defensa de la medicina pública, que todavía nos ocupa y preocupa… la Historia, que la cuentan siempre los vencedores…

Estuvimos muy apurados de tiempo, pero desde mi punto de vista fue un buen análisis del libro, aunque quedaran cosas en el tintero, como haber podido hablar de más aspectos literarios, de haber podido profundizar  en otros personajes, pero me gustaría acabar el comentario con un párrafo del texto que me parece muy sugerente:

“Como células que somos de ese gran cuerpo universal humano, somos sin embargo conscientes de que cada uno de nosotros puede hacer algo por mejorar el mundo en que vivimos y en el que vivirán los que nos sigan. Debemos trabajar para el presente y para el futuro, y esto nos traerá mayor gozo que el simple disfrute de los bienes materiales.”


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