El libro Como si hubiera un mañana ha resultado muy
sugerente y ha propiciado muchas reflexiones.
Jesús Pola nos hizo una introducción que podéis leer en la
entrada anterior.
El libro ha resultado algo difícil de leer, sobre todo
algunos artículos, especialmente el segundo, pero aporta ideas muy interesantes: que el cambio climático no es un síntoma, que la enfermedad es el
capitalismo, la implicación de las generaciones jóvenes, la clave está en
aprender a vivir bien y de forma justa, con menos materiales y energía, la
importancia de los cuidados a la madre Tierra y a nosotros mismos. el mito de
que la tecnología mejorará las condiciones y se superará la crisis climática,
el ecosocilismo, la nueva agricultura, la reorganización de las ciudades…
También se comentó que hay ideas que se repiten a lo largo
del libro, al ser un conjunto de artículos de varios autores.
La Naturaleza tiene límites, el cambio climático traerá
conflictos entre países y dentro de los mismos. También se habló de que este
cambio no afecta por igual a todos. Se aportó que en el libro se hace una
modernización del marxismo en un momento en el que éste estaba de capa caída.
Al final resulta un libro interesante, que tendría que ser un texto obligatorio
para los programas de gobierno.
Se habló de que en estos momentos, en Glasgow se está
hablando de esto, pero algunos mandatarios van con ochenta cochazos.
El cambio climático, se argumentó, traerá la revolución.
El título del libro “Como si hubiera un mañana” es muy apropiado
y algunos autores muy solventes.
Hay contradicciones a superar como la relación entre cierre
de centrales y pérdida de empleo, lo que sugiere que tendría el Estado que
cubrir las necesidades básicas y el trabajo sacarlo de esa ecuación. Debemos
hablar de deconstruir, pero también considerar que hay pueblos que no han
llegado ni de lejos a nuestro nivel de desarrollo. El cambio será doloroso por
lo que significa de renuncia o de aumento de precio (el de la energía eléctrica,
por ejemplo).
La tecnología no es la solución y menos si está en manos de
las multinacionales. Tiene que haber equidad, sostenibilidad y reparto de
riqueza. No se ve en el momento actual un movimiento capaz de llevar adelante
lo que propone el libro. Sí que hay experiencias de economía social, propuestas
de municipalización de la energía, y otras pequeñas cosas. Sí se trabaja en una
fábrica no me tengo que preocupar solo de cobrar un salario digno, sino de
producir ecologicamente. Tiene que haber más democracia y trasparencia (grandes
parques solares, pertenecientes a fondos buitre) y, por supuesto, falta
pedagogía.
La agroecología es una gran alternativa al empleo, la PAC
favorece a las grandes familias de siempre. El mundo agrario tiene muchos asuntos
que resolver, la soberanía alimentaria, por ejemplo, que no tenemos.
También se habló de que estos temas importan a los jóvenes y
de igual modo sus derivadas: migrantes ambientales, refugiados. Todo es muy
complejo, tenemos muchas contradicciones propias que deberemos resolver.
El debate fue muy amplio, el cambio climático está ahí y la
transición ecológica será muy dura, deberemos pensar muy bien nuestro voto para
elegir a los y las políticos que defiendan una sostenibilidad justa,
democrática y trasparente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario